¡Atención: frontera! Siguiendo las huellas de la historia alemana a orillas del río Havel
En julio de 1945 se celebró en el Palacio de Cecilienhof la Conferencia de Potsdam, que simbolizó el punto final de la Segunda Guerra Mundial en Europa. El acuerdo entre las tres potencias vencedoras reorganizó el mundo después de 1945 y lo dividió en dos bandos, lo que condujo finalmente a la construcción del Muro de Berlín, que atravesaba lo que hoy es el Patrimonio Mundial de la UNESCO de Potsdam. Tuvieron que pasar 44 años hasta la caída del «telón de acero» y, tras el derrumbamiento del Muro de Berlín el 9 de noviembre de 1989, miles de personas cruzaron el Puente Glienicke hacia el este y el oeste, para así celebrar el fin de la división y, un año después, la reunificación alemana. Esta ruta ofrece una visión de esta época llena de acontecimientos y sigue las huellas de la antigua frontera. Un buen punto de partida es el Puente Glienicke, que se hizo famoso por ser el escenario de los intercambios de agentes entre la Unión Soviética y Estados Unidos durante la Guerra Fría. Hoy en día, la franja fronteriza sigue siendo visible en el centro del puente, al igual que los diferentes tonos de pintura que dan testimonio de la antigua división. A través de la Schwanenallee se pasa por el Quapphorn, con el reconstruido Hermitage y el Meierei, hasta llegar a la antigua torre fronteriza de la RDA en el Bertini-Enge. Entre 1965 y 1990 se ubicó allí un paso fronterizo central para el tráfico de barcos entre la RDA y Berlín Occidental. En la actualidad solo quedan algunos restos de las instalaciones de la barrera del casi insuperable sistema de seguridad fronteriza. Ocho estelas informativas a lo largo de la ruta recuerdan esta época y proporcionan información conmovedora.
Llegar allí:
en bicicleta (un servicio de komoot GmbH)
por transporte público (un servicio de VBB)
en tren (un servicio de Bahn AG)
Todo sobre el tráfico local
Características y categorías:
